martes, 12 de julio de 2011

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL II


¿POR QUÉ SOMOS PROPENSOS A LA DEPENDENCIA? 
En una relación dependiente, uno o ambos miembros buscan que una persona satisfaga sus necesidades básicas de amor y seguridad en lugar de Cristo. A menos que los problemas espirituales y emocionales subyacentes sean resueltos,


a)    Este patrón no se rompe. Por ejemplo, puede haber codicia en nuestras  vidas que haga que deseemos poseer a alguien que Dios no nos ha dado.
b)    Otro factor es la idolatría, que se produce cuando alguien o algo que no sea Dios, se convierte en el centro de nuestras vidas y nuestra atención.
c)    Podemos también encontrarnos en un estado de rebeldía, y rehusarnos a rendir a Dios ciertas áreas de nuestra vida. Y puede que nos falte confianza en que Dios suplirá nuestras necesidades si hacemos las cosas a su modo.
d)    Heridas del pasado pueden habernos dejado con una muy baja estima de nosotros mismos, con sentimientos de rechazo y una profunda necesidad de amor sin resolver.
e)    Al albergar amargura o resentimiento hacia aquellos que nos han herido, quedamos vulnerables a relaciones erróneas.
f)     Manipulación es una palabra poco agradable. A ninguno de nosotros nos gustaría creer que podríamos ser culpables de esto. Sin embargo, cuando se forman relaciones emocionalmente dependientes, la manipulación se convierte en el pegamento que mantiene unidos a los miembros.

Con mi esposa, nuestra definición de esta palabra es: Intentar controlar personas o circunstancias a través de medios engañosos o indirectos como:

1)    Finanzas: Combinar finanzas y posesiones personales tales como    propiedades y muebles o mudarse juntos a un cuarto, apartamento. Aquí a veces queremos aprovecharnos de la prosperidad que Dios nos dio para hacer que el otro dependa de nosotros.

2)    Regalos: Hacer regalos y obsequiar tarjetas, etc. regularmente sin    que haya ninguna ocasión especial.
3)    Vestimenta: usar uno la ropa del otro y copiarse el estilo de vestir.
4)    Romanticismo: utilizar poesías, música u otros elementos románticos para provocar e inducir una respuesta emocional.
5)    Afecto Físico: lenguaje corporal, abrazos frecuentes, tacto, masajes en la espalda o el cuello, hacer cosquillas o luchar.
6)    Miradas: mirar fijamente al otro, miradas seductivas o con significado, y no mirar a la otra persona a modo de castigo.
7)    Halagos Y Cumplidos: decir cosas como: "Eres la única persona que me comprende" o "No sé qué haría sin ti."
8)    Palabras Y Frases: provocar, flirtear, usar ciertos sobrenombres, hacer referencia a cosas que poseen un significado especial para ambos y usar palabras, frases y un lenguaje que sólo los dos comprenden.
9)    Falta De Honestidad: reprimir sentimientos negativos u opiniones diferentes.
10) Necesitar "Ayuda": crear o exagerar problemas para conseguir atención y simpatía.
11) Culpa: hacer sentir culpable al otro cuando no satisface las expectativas de uno diciendo cosas tales como: "Si me quieres, entonces...," o "Estuve a punto de llamarte anoche, pero sé que estás muy ocupado como para molestarte."
12) Amenazas: las amenazas de suicidio pueden ser herramientas de manipulación (pese a que todas las amenazas de suicidio deben ser tratadas seriamente).
13) Poner Mala Cara o Cara de Tristeza, Silencios Fríos: cuando alguien le pregunta "¿Qué sucede?" Una persona dependiente y/o complaciente puede responder suspirando "Nada."
14) Relaciones Absorbentes: convencer al otro de que no es importante para sus amigos; en su mayoría busca relacionarse con los amigos del otro para conocerlo(a) más y controlar la situación.
15) Provocar Inseguridad: retener la aprobación, resaltar los puntos débiles del otro, y amenazar con terminar la relación.
16) Tiempo: ocupar el tiempo de la otra persona para no tener actividades separados.

Es importante recordar que muchas de estas actitudes no son pecaminosas en sí mismas, Ejemplo aquí vemos: Los cumplidos honestos, alentar al otro, hacer regalos especiales y el contacto físico y los abrazos son elementos importantes en una relación sana. Gestos románticos y una cierta clase de exclusividad son completamente apropiados en un matrimonio o en una pareja comprometida, y a veces incluso en un noviazgo serio.

Cuando observamos esta lista, necesitamos de la iluminación del Espíritu Santo al examinar nuestros corazones o mejor dicho las genuinas intenciones (las palabras que están detrás de las palabras).

Sólo cuando estos comportamientos son usados con fines egoístas para atar y controlar a otro, nos empujan al terreno del pecado y esto se convierte en manipulación.

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